domingo, 8 de agosto de 2010

Medusa.



Las medusas tienen forma de campana o sombrilla. La zona aboral (el polo opuesto a la boca, véase simetría radial) es convexa y se denomina exumbrela y la zona oral, cóncava, subumbrela. De ésta cuelga el manubrio, en el extremo del cual se abre la boca. Del borde de la exumbrela cuelgan varios tentáculos provistos de numerosos cnidocitos, las células urticantes típicas de los cnidarios.

A diferencia de las medusas, la mesoglea es típicamente muy gruesa; suele ser gelatinosa, pero puede alcanzar consistencia cartilaginosa en algunas especies.

La cavidad gastrovascular de aquellos animales posee un estómago central del que parten bolsas gástricas o diversos canales radiales, que pueden continuarse dentro de los tentáculos; de este modo, los nutrientes pueden distribuirse con mayor facilidad por todo el cuerpo. Su organismo está formado aproximadamente por un 95% de agua.
Del huevo se libera una larva llamada plánula pelágica en forma de pera y completamente ciliada que, cuando encuentra un sustrato apropiado, se fija y se transforma en un pólipo asexual; los pólipos producen medusas sexuadas que cierran el ciclo.

En las clases Hydrozoa y Scyphozoa, los pólipos se reproducen asexualmente formando yemas de las cuales surgirán medusas sexuadas, cosa que no ocurre en Cubozoa:

Hydrozoa. Las hidromedusas se forman por gemación a partir de yemas (gonóforos) sobre los pólipos, ya sea a partir de sus paredes o en gonozoides especializados.
Scyphozoa. Las escifomedusas se originan a partir de pequeños pólipos por un proceso llamado estrobilación, en el cual el pólipo (escifistoma) se divide en discos sobrepuestos; estos discos se liberan como larvas pelágicas llamadas éfiras que darán origen a medusas sexuadas.
Cubozoa. En los cubozoos, cada pólipo origina una sola cubomedusa a través de una metamorfosis completa (no hay gemación ni estrobilación).
La mayoría de las medusas tienen los sexos separados (dioicas). Durante la reproducción sexual, las medusas liberan los gametos (óvulos y espermatozoides) en el agua, donde se da la fecundación, o bien los espermatozoides fecundan los óvulos en el interior del cuerpo de la medusa hembra.

Las medusas poseen tentáculos formados por células urticariantes, o nematocistos, que usan para capturar presas y como forma de defensa. Estas células contienen una cápsula con un filamento tóxico (venenoso). Al contacto con una presa, los filamentos se eyectan e inyectan veneno. Los tentáculos de medusas muertas que a veces se encuentran en la playa pueden envenenar por varias semanas.

La toxicidad de la picadura de la medusa varía según la especie. La mayoría de las medusas que encuentran los bañistas provocan picaduras dolorosas y con una sensación de ardor, pero pasajeras. Sin embargo, se aconseja a los bañistas inmediatamente salir del agua, porque existe la posibilidad de padecer un shock anafiláctico y ahogarse.

Las picaduras de la medusa fisalia, también llamada carabela portuguesa (Physalia physalis) y ortiga de mar (Chrysaora quinquecirrha) rara vez son mortales. Las picaduras de la medusa avispa de mar (Chironex flecheri, Chiropsalmus quadrigatus) pueden causar la muerte en minutos.

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